“Me inclino a considerar, casi como un canon, que si una historia infantil solo es disfrutada por los niños, es una mala historia infantil.” C.S. Lewis 

 

Por Belkis Reynoso, Bibliotecaria MECS

Mientras los estudiantes me entregaban sus libros hace unos días durante mi clase de biblioteca, una niña se me acercó y me dijo que no iba a poder devolver el suyo porque su madre no lo había terminado de leer.

“¿En serio? ¿Y tú ya lo leíste?”, fue lo único que se me ocurrió preguntarle. A lo que ella respondió: “¡Claro es que a mi mamá le gustó también!” Debo confesar que a lo largo de mis años de ejercicio profesional, como docente y bibliotecaria, nunca me habían dado una excusa así.

¡Tan graciosa respuesta me causó mucha risa, y a la vez un enorme gozo saber que no solamente la niña estaba disfrutando del libro; ¡sino que su madre también! Más aún, me da gozo saber que tan preciado recurso provenía de nuestra biblioteca escolar.

Definitivamente, la biblioteca es un espacio único y esencial en cada comunidad educativa. La misma colecciona y organiza recursos para facilitar el aprendizaje de niños y jóvenes dentro de la institución. Igualmente, invita, promociona y motiva la adquisición del hábito de la lectura ya que habilita a los estudiantes para que puedan hacer un uso correcto de la información; sobre todo en estos tiempos.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la biblioteca escolar proporciona información e ideas que son fundamentales para desenvolverse con éxito en nuestra sociedad contemporánea basada en la información y el conocimiento. Provee a los alumnos competencias para el aprendizaje a lo largo de la vida y contribuye a desarrollar la imaginación, permitiéndoles que se conduzcan en la vida como ciudadanos responsables.

En mi opinión, la biblioteca escolar es ese lugar especial en la cual los estudiantes viajan a través del tiempo y del espacio por medio de sus preciados libros. Es ese recurso que no solamente sirve para apoyar el currículo, sino también que impulsa el desarrollo del hábito de la lectura y el amor por los libros en toda la comunidad educativa (como sucedió con la madre de la niña que les conté). De ahí la importancia de apoyar la biblioteca escolar en todas sus actividades y necesidades.

Damos muchas gracias a Dios, quien  ha permitido organizar,  habilitar y poseer  una hermosa biblioteca escolar en MECS. De manera que podamos servir con amor, y  beneficiar a nuestra comunidad educativa. Actualmente, como parte de nuestros servicios, impartimos clases de destrezas bibliotecarias/animación a la lectura a los estudiantes de 1ro. a 6to. grado de Primaria.

Igualmente, ofrecemos clubes de lectura a los estudiantes de Primaria y Secundaria, entre otras actividades presenciales y virtuales, para enriquecer aún más sus habilidades lectoras. ¡Siempre para  honra y gloria de Dios!

Contamos con Él para que nos permita inculcar el amor, primeramente por el libro más importante con el cual contamos, La Biblia, y luego por los demás recursos disponibles de nuestra biblioteca escolar.