Paciencia 

Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis 
en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra 
fe produce paciencia.(Santiago 1: 2-3)
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción
 de lo que no se ve. (Hebreos 11:1)

 

Cada mañana, desde hace unas semanas, seguramente nos hemos preguntado cómo es que algo tan pequeño esté controlando “nuestro mundo” tan grande. Nos hemos visto restringidos de espacio, hemos sido invadidos de malas noticias y hemos tenido que asumir muchos roles. Probablemente  nos hemos sentido preocupados por nuestro trabajo, algún familiar, por nosotros mismos y esto ha generado mucho temor. En la medida que pasan los días no vemos la hora… no vemos la hora en que nos digan que podemos volver a nuestra vida normal; un reflejo de que estamos perdiendo la paciencia. 

El significado de la palabra paciencia viene del latín “ pati” que significa sufrir y el diccionario bíblico RV dice que implica sufrir circunstancias adversas, sin enojarse o molestarse.  En este tiempo es fácil sentir dolor de no poder estar cerca de alguien que amamos, de no poder ayudar a un amigo y es fácil encontrar razones por las cuales  ya quejarnos, sentirnos frustrados, desvalidos, impotentes. Sin embargo, es importante enfocarnos en el beneficio que obtendremos de estas experiencias. 

Es entonces nuestra fe probada en este tiempo a la espera de que algo, de todo lo  que anhelamos o extrañamos, se cumpla. Es reconfortante saber que nuestro reposo y descanso en las promesas de nuestro Padre es lo que dará quietud a nuestras almas en estos tiempos difíciles. 

Confiemos en el Señor de que  a pesar de no estar en las circunstancias deseadas, de la incertidumbre del mañana, podemos esperar confiados y agradecidos  y sin quejarnos; porque sabemos que Él hará lo que es mejor para nosotros. Aprovechemos este tiempo para buscar formas de honrar a Dios en nuestra situación actual (leyendo Su palabra, haciendo devocionales en familia, compartiendo tiempo de calidad con los nuestros   y tengamos la certeza de que Él no nos abandonará y Su plan perfecto se cumplirá en cada uno de nosotros. 

 

Oremos

Gracias Señor porque en medio de las dificultades Tú permaneces fiel, porque a través de estas pruebas Tú moldeas nuestro carácter para acercarnos más a Ti y reafirmas y haces crecer nuestra fe. Danos de Tu gracia para ser pacientes  frente a lo que estamos viviendo y ayúdanos a confiar plenamente en Tu Señorío en todo tiempo; en el nombre de Jesús, ¡Amén!. 

 

 Escrito por Olga Salcedo