Quietud y confianza
“El Señor le da fuerza a su pueblo; el Señor lo bendice con paz” (Salmos 29:11).
El vivir en un mundo que es ruidoso, caótico, de ritmo acelerado, que demanda constantemente de tu tiempo, energía y emociones, ¿no te da deseos de correr hacia un lugar de quietud y confianza? Cuando te mantienes enfocado y comprometido en agradar a Dios, eso es exactamente lo que tendrás: su bendita seguridad de que todo estará bien con tu alma. De la misma manera en que un rayo láser se enfoca en su objetivo, Dios envía su regalo de paz, quietud, y descanso a tu alma y la guarda para que ninguna cantidad de perturbación te llegue. Eso aplica para hoy, mañana, y el próximo día; esta promesa es tuya por siempre.
Isaías 26:3 “¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti; a todos los que concentran en ti sus pensamientos!”
Mateo 11:28 “Luego dijo Jesús: Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso”.
Isaías 32:17 “Y esta rectitud traerá la paz, es cierto, traerá tranquilidad y confianza para siempre”.
Oración:
Padre, gracias por tu paz y quietud que das a mi alma, de la cual puedo sacar en cualquier momento. Solo Tú eres mi refugio en este mundo alocado, ocupado y ruidoso.
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